MENTIRAS
Ayer me encontré con un hombre,
Que me dijo un poco de todo;
Más que nada mentiras,
Pero yo le creí.
¿Alguna vez has visto la luna?
No; le contesté,
Nunca he salido de mi casa, de mi cuna, ni de mi hogar.
Qué bueno mijo, no quiero que pienses mal,
Porque yo sí he recorrido el monte, la luna y el mar.
Yo no;
A mi me molestan el sol, el aire;
El agua y la sal.
Yo vi el momento de la creación;
Me dijo aquel señor.
¿Y cómo fue?
Cuéntame,
Mientras esté dormido; solamente.
Eres listo, mi nuevo amigo;
No soy nada, sólo existo.
¿Y tú cómo sabes eso?
¿Saber qué? No lo sé.
Así que te consideras diferente;
No señor, es que usted no comprende;
¿Comprender qué? ¿Tu cobardía o tu insensatez?
Duerme, mi niño, duerme;
Duerme hasta que se te deshinche la cara,
Y se vuelva polvillo elemental.
Tranquilo,
Mi amigo,
Tranquilo.
Si se acaba, no te preocupes,
Que vas a volver a nacer;
Si no sabes, no te acongoges,
Que nadie lo va a entender.
Aquella noche que te encontré en el monte,
Te creí,
Sí, te creí;
Pero no me vuelvas a mentir.